Tobías 5:6-14 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

6. — ¿Conoces el camino que lleva a Media?Le contestó al ángel:— Sí, porque a menudo he estado allá y conozco muy bien todos los caminos que van a Media. Muchas veces me he hospedado en casa de Gabael, uno de nuestros hermanos que vive en Ragués de Media. Son dos días de viaje desde Ecbatana hasta Ragués, que se alza en terreno montañoso.

7. Le dijo Tobías:— Joven, espérame mientras entro a decírselo a mi padre. Necesito que me acompañes; después te pagaré el salario correspondiente.

8. El ángel respondió:— Aquí te espero, pero no te retrases.

9. Entró Tobías a hablar con su padre, y le dijo:— Mira, ya he encontrado a un hombre de entre nuestros hermanos israelitas.Le dijo Tobit:— Llámalo, porque quiero saber a qué familia y a qué tribu pertenece, y si es una persona de fiar para ir contigo.

10. Salió Tobías, lo llamó y le dijo:— Joven, mi padre te llama.Entró Rafael, y Tobit se adelantó a saludarlo. El ángel le dijo:— Te deseo la más completa felicidad.Respondió Tobit:— ¿Y qué felicidad puedo tener yo? Estoy ciego y no puedo ver la luz del cielo, sino que permanezco siempre en tinieblas, como los muertos que ya no pueden ver la luz. Estoy vivo, pero soy como un muerto: oigo la voz de las personas, pero no las veo.El ángel le dijo:— ¡Ten ánimo! ¡Dios te sanará pronto! ¡Anímate!Entonces dijo Tobit:— Mi hijo Tobías quiere ir a Media. ¿Podrías tú acompañarlo y guiarlo? ¡Hermano, yo te pagaré el salario que te corresponda!Él le respondió:— Yo puedo ir con él. Conozco todos los caminos, porque muchas veces he ido a Media atravesando sus llanuras y sus montañas. Conozco esos caminos como la palma de la mano.

11. Tobit le preguntó:— Hermano, dime a qué familia y a qué tribu perteneces.

12. — ¿Qué necesidad tienes de saber mi tribu?Le dijo Tobit:— Hermano, quiero estar seguro de quién eres y cuál es tu nombre.

13. Él le contestó:— Yo soy Azarías*, hijo de Ananías el grande, uno de tus hermanos.

14. Le dijo Tobit:— ¡Bienvenido, hermano! ¡Que tengas salud! No te moleste el que yo haya querido estar seguro de cuál es tu familia. Ya veo que eres hermano nuestro y perteneces a una familia noble y digna de respeto. Yo he conocido a Ananías y a Natán*, los dos hijos de Semelías* el grande: con ellos iba yo a Jerusalén para adorar juntos a Dios, y nunca se apartaron del camino recto. ¡Buena gente son tus hermanos y excelente tu origen! ¡Bienvenido seas!

Tobías 5