5. Saludos igualmente para la iglesia que se reúne en su casa. Saludos para mi querido amigo Epéneto, el primer cristiano de la provincia de Asia.
6. Saluden a María que tanto se ha fatigado por ustedes.
7. Saluden a Andrónico y a Junias, paisanos míos y compañeros de prisión; su labor apostólica es bien conocida, e incluso creyeron en Cristo antes que yo.
8. Saluden a Ampliato, mi querido amigo en el Señor;
9. a Urbano, que ha sido nuestro colaborador en Cristo; a mi buen amigo Estaquis.
10. Saluden a Apeles que ha dado sobradas pruebas de fidelidad a Cristo, y también a los de la casa de Aristóbulo.
11. Saludos para mi paisano Herodión y para los creyentes de la casa de Narciso;