5. Cada cual tomó entonces sus armas, encendieron hogueras en las torres y permanecieron en guardia durante toda la noche.
6. Al segundo día, Holofernes hizo desfilar toda su caballería ante los ojos de los israelitas que estaban en Betulia.
7. Exploró los accesos de la ciudad, inspeccionó los manantiales, se apoderó de ellos y puso allí un destacamento de soldados. Luego volvió a reunirse con su gente.
8. Se acercaron entonces a él todos los jefes edomitas, los comandantes de los moabitas y los oficiales del litoral, y le dijeron:
9. — Señor nuestro, si escuchas lo que hemos de decirte, no habrá bajas en tu ejército.
10. Esa gente israelita no confía en sus armas, sino en la altura de las montañas donde viven, porque no es fácil alcanzar la cima de esos montes.
11. Por eso, señor, evita entrar directamente en combate con ellos y no morirá ni uno solo de tus hombres.
12. Permanece en el campamento, mantén alerta a todos los que forman tu ejército y manda que tus soldados se apoderen del manantial que brota al pie de la montaña,
13. porque ahí van a buscar agua los habitantes de Betulia. Cuando ya estén muriéndose de sed, entregarán la ciudad, y nosotros entonces, con toda nuestra gente, subiremos a la cima de los montes cercanos, acamparemos allí y estaremos atentos a que ni un solo hombre salga de la ciudad.