19. Jamás caerá en el olvido la confianza que has mostrado, y que será siempre para todos un recuerdo del poder de Dios.
20. Que Dios te exalte eternamente y te colme de todo bien, pues no dudaste en arriesgar tu vida al ver cómo nuestro pueblo era humillado; al contrario, nos libraste de la ruina actuando rectamente en presencia de nuestro Dios.Todo el pueblo respondió entonces: “¡Así sea! ¡Así sea!”.