Judit 11:3-12 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

3. Pero ahora dime por qué has huido de ellos y te has pasado a nosotros.De lo que no cabe duda es que, al venir aquí, te has salvado. Así que ten confianza, porque tu vida está a salvo desde esta misma noche;

4. nadie te hará ningún mal. Por el contrario, serás bien tratada, como corresponde a quienes sirven a mi señor, el rey Nabucodonosor.

5. Judit le respondió:— Pon atención a las palabras de esta sierva tuya y permite que hable en tu presencia. Mi señor, nada diré esta noche que sea falso.

6. Si sigues los consejos de tu sierva, Dios llevará tus planes a buen fin y nada fracasará de cuanto mi señor desea llevar a cabo.

7. ¡Por vida de Nabucodonosor, rey de toda la tierra, y por su poder! Él te ha enviado para que pongas en orden a todo ser viviente. Gracias a ti, no sólo las personas están a su servicio, sino que, por tu poder, también los animales salvajes, el ganado y las aves del cielo quedarán sometidos a Nabucodonosor y a su descendencia.

8. Hemos oído hablar de tu sabiduría y de la agudeza de tu inteligencia, y por toda la tierra se comenta que tú eres el mejor hombre del reino, el que posee mayores conocimientos y el que es más digno de admiración en la estrategia guerrera.

9. También nos hemos enterado del discurso que Ajior pronunció en la reunión de tu consejo: hemos escuchado sus palabras, pues los hombres de Betulia le salvaron la vida y él les contó todo lo que había hablado delante de ti.

10. Por eso, amo y señor, no menosprecies su palabra, sino ten en cuenta lo que te dijo, porque es cierto que nuestro pueblo no puede ser castigado ni dominado por la espada, a menos que peque contra su Dios.

11. Pero mi señor no debe sentirse ahora frustrado ni vencido; y es que la muerte los arrebatará sin remedio porque van a caer en pecado y van a provocar insensatamente la ira de Dios.

12. Dado que les falta la comida, y el agua les escasea, han resuelto echar mano del ganado y alimentarse de todo cuanto Dios, en sus leyes, les ha prohibido que coman.

Judit 11