Judit 11:1-10 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

1. Holofernes le dijo:— ¡Ten confianza, mujer, no temas! Jamás yo he tratado mal a nadie que haya deseado servir a Nabucodonosor, el rey de toda la tierra.

2. Incluso si ese pueblo tuyo que habita en la montaña no me hubiera despreciado, tampoco habría yo levantado mi lanza contra ellos. ¡Son ellos mismos quienes se lo han buscado!

3. Pero ahora dime por qué has huido de ellos y te has pasado a nosotros.De lo que no cabe duda es que, al venir aquí, te has salvado. Así que ten confianza, porque tu vida está a salvo desde esta misma noche;

4. nadie te hará ningún mal. Por el contrario, serás bien tratada, como corresponde a quienes sirven a mi señor, el rey Nabucodonosor.

5. Judit le respondió:— Pon atención a las palabras de esta sierva tuya y permite que hable en tu presencia. Mi señor, nada diré esta noche que sea falso.

6. Si sigues los consejos de tu sierva, Dios llevará tus planes a buen fin y nada fracasará de cuanto mi señor desea llevar a cabo.

7. ¡Por vida de Nabucodonosor, rey de toda la tierra, y por su poder! Él te ha enviado para que pongas en orden a todo ser viviente. Gracias a ti, no sólo las personas están a su servicio, sino que, por tu poder, también los animales salvajes, el ganado y las aves del cielo quedarán sometidos a Nabucodonosor y a su descendencia.

8. Hemos oído hablar de tu sabiduría y de la agudeza de tu inteligencia, y por toda la tierra se comenta que tú eres el mejor hombre del reino, el que posee mayores conocimientos y el que es más digno de admiración en la estrategia guerrera.

9. También nos hemos enterado del discurso que Ajior pronunció en la reunión de tu consejo: hemos escuchado sus palabras, pues los hombres de Betulia le salvaron la vida y él les contó todo lo que había hablado delante de ti.

10. Por eso, amo y señor, no menosprecies su palabra, sino ten en cuenta lo que te dijo, porque es cierto que nuestro pueblo no puede ser castigado ni dominado por la espada, a menos que peque contra su Dios.

Judit 11