9. Ella se inclinó para adorar a Dios y les respondió:— Ordenen que me abran las puertas de la ciudad, para que yo salga a cumplir lo que me han encomendado.Ordenaron, pues, a los jóvenes que le franquearan las puertas, como ella había pedido.
10. Ellos lo hicieron así, y Judit salió en compañía de su criada. Los hombres de la ciudad la siguieron con la mirada mientras bajaba de la montaña y atravesaba el valle; después la perdieron de vista.
11. Mientras ellas caminaban en línea recta por el valle, les salió al encuentro una avanzadilla asiria.
12. Detuvieron a Judit y le preguntaron:— ¿De dónde eres? ¿De dónde vienes y adónde vas?Ella contestó:— Yo soy hebrea, pero huyo de mi pueblo porque está a punto de caer en poder de ustedes.
13. He venido para presentarme a Holofernes, el jefe supremo de su ejército: quiero darle informes fidedignos y mostrarle un camino para que penetre en la región montañosa y se adueñe de ella sin perder ni uno solo de sus hombres.
14. Al oír estas palabras y contemplar maravillados la belleza de su rostro, le dijeron:
15. — Has salvado tu vida apresurándote a bajar acá para presentarte a nuestro señor. Dirígete ahora a su tienda de campaña; algunos de nosotros te daremos escolta hasta que estés ante él.