1. Cuando Judit terminó de invocar con estas palabras al Dios de Israel,
2. se levantó del suelo, llamó a su criada y descendió a la casa en la que solía pasar los sábados y los días de fiesta.
3. Allí se quitó el sayal que llevaba puesto y las vestiduras de su viudez, se bañó de pies a cabeza, se ungió con perfume y se peinó el cabello. Después se ciñó una diadema en la cabeza y se vistió la ropa de fiesta con que se engalanaba en vida de Manasés, su esposo.
4. Se calzó los pies con sandalias y se adornó con todas sus joyas: collares, pulseras, anillos y pendientes, y se embelleció extremadamente, tanto como para seducir a cualquier hombre que la viera.