24. Los fariseos llamaron por segunda vez al que había sido ciego y le dijeron:— Nosotros sabemos que ese hombre es pecador. Reconócelo tú también delante de Dios.
25. A lo que respondió el interpelado:— Yo no sé si es pecador. Lo único que sé es que yo antes estaba ciego y ahora veo.
26. Volvieron a preguntarle:— ¿Qué fue lo que hizo contigo? ¿Cómo te dio la vista?
27. Él les contestó:— Ya se lo he dicho a ustedes y no me han hecho caso; ¿para qué quieren oírlo otra vez? ¿O es que quieren también ustedes hacerse discípulos suyos?
28. Los fariseos reaccionaron con insultos y le replicaron:— Discípulo de ese hombre lo serás tú; nosotros lo somos de Moisés.