17. Así lo testifica la Escritura: Tú eres sacerdote para siempre según el rango de Melquisedec.
18. Queda así abolido el viejo orden de cosas por ser endeble e ineficaz;
19. la ley, efectivamente, no logró hacer nada perfecto, siendo sólo la puerta de una esperanza mejor, por medio de la cual nos acercamos a Dios.
20. Y esto no se realizó sin juramento; pues mientras ningún juramento medió a la hora de constituir sacerdotes a los descendientes de Leví,