1. Ese mismo día el rey Asuero dio a la reina Ester las posesiones de Amán, el enemigo de los judíos, y Mardoqueo fue presentado al rey, porque ya Ester le había revelado el parentesco que los unía.
10. Los decretos se escribieron en nombre del rey Asuero, se sellaron con el anillo real y se enviaron por medio de mensajeros reales, que montaban veloces corceles de las caballerizas reales.
11. El edicto real concedía permiso a los judíos, en cualquier ciudad donde estuvieran, a organizarse y defenderse, a destruir y matar, aniquilar y apoderarse de los bienes de toda la gente armada, de cualquier pueblo o provincia que los atacase, sin respetar a mujeres ni a niños.
12. Para llevar todo esto a cabo en todas las provincias del rey Asuero se fijo una fecha: el día trece del duodécimo mes, es decir, el mes de Adar.]
12a. Esta es la copia del decreto:
12b. “El gran rey Artajerjes, a los gobernadores de las ciento veintisiete provincias que se extienden desde la India hasta Etiopía, y a todos los que se interesan por nuestros asuntos. Salud.
12c. Hay muchos individuos que, cuanto más honores reciben de la generosidad de sus bienhechores, tanto más se ensoberbecen. Buscan maltratar a nuestros súbditos e, incapaces de contener su personal insolencia, se dedican a intrigar contra sus propios benefactores.
12d. No les basta con ser desagradecidos, sino que, llenos de jactancia al verse exaltados por gentes que ignoran el bien, piensan que pueden escapar de la justicia de Dios, que todo lo ve y que aborrece el mal.
12e. Muchos de los que están constituidos en autoridad, dejan frecuentemente los asuntos de su gobierno en manos de otros a quienes tienen por amigos; pero estos los incitan a menudo a hacerse cómplices de la muerte de personas inocentes, causando así un daño irreparable.
12f. Con palabras malvadas y engañosas sorprenden a los gobernantes de buena fe,