1h. El pueblo de los justos se llenó de turbación: aterrorizados por su propia desgracia, se dispusieron a morir y clamaron a Dios.
1i. De ese clamor, como de un pequeño manantial, brotó un río grande y caudaloso;
1j. luego hubo una luz, salió el sol, y los humildes fueron exaltados y devoraron a los poderosos.
1k. Cuando Mardoqueo se despertó de aquel sueño, comenzó a reflexionar qué sería lo que Dios había decidido hacer; y el sueño no se apartaba de su mente, de modo que estuvo hasta la noche tratando de entender su sentido.
1l. Mardoqueo, que vivía por aquel tiempo en palacio junto con Gabazá y Zarra, un par de eunucos del rey encargados de la vigilancia de la corte,
1m. oyó que ambos estaban tramando algo. Tratando de averiguar sus propósitos, entendió que preparaban un atentado contra el rey Artajerjes. Entonces se lo comunicó al rey,
1n. que ordenó arrestar a los dos eunucos, los cuales, después de confesar sus intenciones, fueron ejecutados.