16. Así pues, les enseñaré lo que debe avergonzarlos,pues no está bien avergonzarse de cualquier cosani todas las circunstancias han de apreciarse por igual.
17. Avergüéncense, ante el padre y la madre,de llevar una conducta libertina;ante el gobernante y el que ejerce autoridad,de portarse como unos mentirosos;
18. ante el juez y el magistrado,de haber cometido un delito;ante el pueblo y la asamblea,de haber quebrantado la ley;
19. ante el compañero y el amigo,de haber sido con ellos desleales;ante los del barrio en que habitan,de haberse entregado a la rapiña.
20. Ante el Dios de la verdad y de la alianza,avergüéncense de apoyar los codos en la mesa,
21. de dar o recibir con aire despectivo,de no devolver el saludo,
22. de fijar la mirada en una prostituta,de volver la espalda a un pariente,
23. de quitar a uno sus pertenencias o regalos,de poner los ojos en la esposa de otro,
24. de excesiva familiaridad con las criadas—¡cuidado con acercarse a su cama!—,
25. de afrentar a los amigos con injurias—¡no sean de los que echan en cara lo que dan!—,
26. de ir contando rumores y revelando secretos.
27. Esta sí que es la verdadera vergüenza,la que les granjeará el aprecio ante cualquiera.