13. y, en más de una ocasión, él puede tener la solución.
14. También los médicos se encomiendan al Señorpara que les dé acierto a fin de aliviar el dolor*y encontrar remedio para salvar una vida.
15. ¡Que caiga en manos de un médicoel que peca contra su Creador!
16. Hijo mío, llora por el que ha muertoy entona un canto fúnebre en señal de dolor;entiérralo según sus disposicionesy no desatiendas su sepulcro.
17. Llora amargamente, da rienda suelta a tu dolor,hazle un funeral digno de su persona:que dure uno o dos días para evitar críticasy después busca consuelo a tu tristeza.
18. Pues la tristeza conduce a la muertey la pena interior consume las fuerzas.
19. La adversidad hace más intensa la tristeza,no hay peor maldición que una vida de miseria.
20. No entregues tu corazón a la tristeza,recházala y piensa en el porvenir.
21. Ten en cuenta todo esto, pues no hay retornoy, sin utilidad para el muerto, te dañarás a ti mismo.
22. Recuerda que su destino será también el tuyo;si a él le tocó ayer, a ti te tocará hoy.
23. Cuando un muerto descansa, se esfuma su recuerdo;puesto que ha expirado, trata de consolarte.
24. La sabiduría que posee el maestro de la leycrece cuando aprovecha el tiempo libre;el que no se enreda en ocupaciones, se hará sabio.
25. ¿Cómo va a hacerse sabio el que no suelta el arado,el que presume de blandir la aguijada,sólo se preocupa de que los bueyes hagan su labory no sabe hablar más que de novillos?
26. Ha puesto toda su ilusión en trazar surcosy sus desvelos en cebar terneros.
27. Y lo mismo el artesano o el maestro de artesanosque se pasa el día y la noche trabajando;o los que tallan los relieves de los sellosesforzándose en variar el diseño:se desviven por reproducir exactamente el dibujoy a fuerza de vigilias concluyen la obra.