17. No digas: “Me esconderé del Señor,pues, ¿quién allá arriba se acordará de mí?Nadie me reconocerá entre tantos,insignificante como soy en el inmenso universo”.
18. Hasta los cielos más misteriosos y encumbradosse estremecen, junto con la tierra y el abismo,cuando el Señor decide hacerse presente.
19. Igualmente los montes y los cimientos de la tierrase echan a temblar cuando él los mira.
20. Pero el corazón humano no piensa en estas cosasni presta atención a sus designios.
21. Como sobreviene la tempestad sin que uno se dé cuenta,así la mayor parte de sus obras quedan ocultas.
22. ¿Quién proclamará el bien que uno haceo qué se puede esperar de una alianza tan lejana?
23. Así razonan los que andan faltos de sensatez,pues el necio y el descarriado sólo piensan necedades.
24. Escúchame, hijo y aprende a ser inteligenteprestando atención a mis palabras:
25. te manifestaré con tacto lo que atañe a la instrucción,te comunicaré con precisión lo que se refiere al saber.
26. Cuando el Señor, al comienzo, creó el universo,a cada criatura le asignó puntualmente su función.
27. Las puso en orden de manera perpetuafijando su jerarquía para siempre;no pasan hambre ni sienten cansancioy nunca dejan desatendida su tarea.
28. Ninguna es para su vecina un estorboy jamás desobedecen la palabra del Señor.
29. Luego se fijó el Señor en la tierray la colmó de sus bienes;
30. la pobló de seres vivientesque a ella un día volverán.