9. hacerlos reos de una misma sentencia si no son capaces de contarme el sueño. Seguro que se han puesto de acuerdo para mentirme y engañarme, en espera de que cambie la situación. Así que cuéntenme de una vez el sueño; de ese modo me convenceré de que también son capaces de interpretarlo.
10. Los astrólogos respondieron al rey:— No hay nadie en el mundo que pueda responder a lo que pide su majestad. Y tampoco ha existido un rey, por muy grande y poderoso que haya sido, que haya preguntado cosa semejante a ningún mago, adivino o astrólogo.
11. Lo que pide su majestad es algo muy difícil. Nadie puede darlo a conocer al rey, excepto los dioses, que no habitan entre los mortales.
12. Entonces el rey se enfureció sobremanera y mandó acabar con todos los sabios de Babilonia.
13. Una vez hecha pública la orden de matar a los sabios, se buscó a Daniel y a sus compañeros, pues también a ellos les afectaba la orden real.