28. tal como lo habías anunciado por medio de tu siervo Moisés el día en que le ordenaste escribir la ley en presencia de los israelitas, diciendo:
29. “Si no hacen caso a mi voz, esta incontable muchedumbre quedará reducida a un pequeño número en medio de las naciones entre las cuales la dispersaré.
30. Yo sé que no van a obedecerme, porque es un pueblo muy terco; pero en el país de su exilio reflexionarán
31. y reconocerán que yo soy el Señor su Dios. Yo les daré un corazón dócil y unos oídos atentos,
32. y ellos me alabarán en el país de su exilio y se acordarán de mi nombre.
33. Se arrepentirán de su obstinación y de su perversa actitud, al recordar lo que les sucedió a sus antepasados por haber pecado contra el Señor.
34. Entonces los haré regresar a la tierra que juré dar a Abrahán, a Isaac y a Jacob, sus antepasados, para que la poseyeran. Los multiplicaré, y no disminuirá su número.