5. Todos lloraban, ayunaban y oraban en presencia del Señor.
6. Hicieron también una colecta a la que cada cual contribuyó con el dinero de que podía disponer,
7. y la enviaron a Jerusalén, al sacerdote Joaquín, hijo de Jelquías, hijo de Salón, y a los demás sacerdotes y a todo el pueblo que se hallaba con él en Jerusalén.
8. El décimo día del mes de Siván* recuperó Baruc los vasos que habían sido robados del Templo del Señor, para devolverlos a tierra de Judá. Eran vasos de plata que había mandado hacer Sedecías, hijo de Josías, rey de Judá,
9. después que Nabucodonosor, rey de Babilonia, se llevara deportado a Jeconías, desde Jerusalén a Babilonia, junto con las autoridades, los cerrajeros, los dignatarios y toda la gente del país.
10. Les escribieron también este mensaje:“Les enviamos dinero para que compren víctimas y las inmolen en holocausto como sacrificio por el pecado. También para que ofrezcan incienso. Preparen sus ofrendas y preséntenlas sobre el altar del Señor Dios nuestro.
11. Rogad en oración por la vida de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y por la vida de su hijo Baltasar, para que sus días sean tantos como los días del cielo sobre la tierra.
12. El Señor nos dé fuerzas e ilumine nuestros ojos, a fin de que, viviendo bajo la sombra protectora de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y bajo la sombra de su hijo Baltasar, podamos servirlos por mucho tiempo y no dejemos de gozar de su favor.
13. Rueguen también por nosotros al Señor Dios nuestro, porque hemos pecado contra el Señor, Dios nuestro, y él no ha apartado de nosotros su ira e indignación hasta el día de hoy.
14. Lean en el Templo del Señor este libro que les enviamos. Léanlo en días de fiesta y en otras ocasiones oportunas”.
15. Dirán: “Al Señor Dios nuestro pertenece la justicia; a nosotros, en cambio, la vergüenza que hoy cubre el rostro de todo habitante de Judá y de Jerusalén,
16. de nuestros reyes y gobernantes, de nuestros sacerdotes y profetas, y aun de nuestros antepasados.