8. incendiaron la puerta del Templo y derramaron sangre inocente. Entonces suplicamos al Señor y él nos escuchó; ofrecimos un sacrificio y una ofrenda de flor de harina, encendimos las lámparas y presentamos los panes.
9. Ahora nos dirigimos de nuevo a ustedes, para animarlos a celebrar la fiesta de las Enramadas en el mes de Quisleu de este año ciento ochenta y ocho”.
10. “Los habitantes de Jerusalén y de Judea, junto con el Consejo de Ancianos y Judas*, saludan y desean prosperidad a Aristóbulo, preceptor del rey Tolomeo, del linaje de los sacerdotes consagrados, y a todos los judíos que viven en Egipto.
11. A Dios, que nos ha librado de graves peligros, le damos fervientes gracias por habernos defendido contra el rey;
12. pues fue Dios mismo quien expulsó a los que combatían contra la ciudad santa.
13. En efecto, sucedió que cuando ese rey llegó a Persia* conduciendo un ejército aparentemente invencible, los sacerdotes de la diosa Nanea le tendieron una trampa, y fue descuartizado.