15. que dijo:— Presten todos atención, pueblo de Judá, habitantes de Jerusalén y rey Josafat. Esto les dice el Señor: No teman ni se acobarden ante esa gran multitud, porque la batalla no es de ustedes sino de Dios.
16. Mañana bajarán hacia ellos cuando suban la cuesta de Sis y los encontrarán al final del arroyo, frente al desierto de Jeruel.
17. Pero no tendrán que luchar esta vez. Deténganse y quédense quietos y verán la victoria que les depara el Señor. Judá y Jerusalén, no teman ni se acobarden. Salgan mañana a su encuentro, que el Señor estará con ustedes.
18. Josafat se arrodilló rostro en tierra, y todo Judá y los habitantes de Jerusalén se inclinaron ante el Señor para adorarlo.
19. Los levitas descendientes de Queat y de Coré se levantaron para alabar a voz en grito al Señor, Dios de Israel.