57. Báquides, al ver que Alcimo había muerto, regresó junto al rey, con lo que Judea disfrutó de dos años de tranquilidad.
58. Todos los judíos renegados se reunieron entonces en consejo, diciendo:— Jonatán y los que van con él, viven tranquilos y confiados. Por eso, hagamos venir a Báquides, para que los aprese a todos en una sola noche.
59. Fueron, pues, a consultar con Báquides,
60. el cual se puso en marcha con un numeroso ejército. Envió cartas secretas a todos sus aliados de Judea a fin de que arrestaran a Jonatán y a los suyos, cosa que no pudo llevarse a cabo porque estos descubrieron el plan.
61. En cambio, los seguidores de Jonatán tomaron prisioneros a hombres del país, unos cincuenta cabecillas de la conspiración, y los mataron.
62. Después de esto, Jonatán y Simón se retiraron con los suyos a Betbasí, una ciudad del desierto que estaba en ruinas y que ellos reconstruyeron y fortificaron.
63. Cuando Báquides se enteró, reunió a toda su gente e hizo llamar a sus partidarios de Judea.
64. Se dirigió a Betbasí, acampó frente a ella y la atacó durante muchos días con las máquinas de guerra que había fabricado.
65. Entonces Jonatán, dejando a su hermano Simón en la ciudad, salió a campo abierto con un grupo de hombres
66. y derrotó a Odomerá, a sus hermanos y a los hijos de Fasirón en sus propios campamentos. Tras los primeros ataques, consiguieron abrirse paso entre las tropas.
67. Simón y los suyos salieron entonces de la ciudad y prendieron fuego a las máquinas de guerra.
68. Combatieron contra Báquides y lo derrotaron, provocándole un profundo abatimiento por el fracaso de sus planes y de su campaña.