44. entregó su propia vida para salvar a su pueblo y alcanzar fama inmortal.
45. Echó, pues, a correr valerosamente hacia el elefante por en medio del batallón matando gente a derecha e izquierda. De ese modo se abrió paso a uno y otro lado,
46. hasta que consiguió ponerse debajo del elefante al que atacó y mató. Pero el animal, al desplomarse, cayó sobre Eleazar, que murió allí mismo.
47. Los israelitas, al ver el poderío del rey y el ímpetu con que su ejército atacaba, se retiraron.
48. El ejército real subió hasta Jerusalén en su persecución, tomando posiciones contra Judea y el monte Sión.
49. Hizo la paz con los de Betsur, que salieron de la ciudad porque no disponían de víveres para resistir el cerco. Además aquel era un año sabático para la tierra.
50. De esta forma el rey se apoderó de Betsur y puso allí una guarnición para defenderla.
51. Después puso sitio al Templo a lo largo de muchos días. Levantó plataformas de tiro y máquinas de guerra: lanzafuegos, catapultas, ballestas y hondas.
52. Por su parte, también los israelitas construyeron máquinas de guerra para contraatacar a sus enemigos, contra quienes lucharon durante mucho tiempo.
53. Pero los almacenes estaban vacíos de provisiones, porque aquel era un año sabático, y porque los israelitas llegados a Judea de naciones paganas habían acabado con todas las reservas.
54. Así que en el Templo quedaron pocos hombres, pues el hambre había obligado a los demás a dispersarse cada cual por su lado.