48. Judas les envió entonces un mensaje, en son de paz, diciéndoles: “Déjennos atravesar su tierra para ir a nuestro país. Nadie va a hacerles ningún daño: tan sólo queremos pasar”. Pero ellos se negaron a abrirles las puertas.
49. Entonces Judas ordenó al ejército que cada cual estuviera en su puesto,
50. tomando los soldados posiciones. Atacaron la ciudad durante todo el día y toda la noche, hasta que cayó en su poder.
51. Hizo matar a todos sus habitantes a filo de espada, arrasó la ciudad, la saqueó y la atravesó pasando por encima de los cadáveres.
52. Luego cruzaron el Jordán y alcanzaron la gran llanura que se extiende frente a Betsán.
53. A lo largo del camino se ocupaba Judas de reunir a los rezagados y de animar al pueblo, hasta que llegaron a la tierra de Judá.
54. Pletóricos de júbilo y alegría, subieron al monte Sión para ofrecer holocaustos por aquel regreso feliz y sin haber tenido ninguna baja.
55. Durante el tiempo en que Judas y Jonatán se encontraban en la región de Galaad, y su hermano Simón estaba en Galilea, frente a Tolemaida,
56. José, hijo de Zacarías, y Azarías, jefes del ejército, se enteraron de las hazañas de guerra que aquellos habían llevado a cabo.
57. Se dijeron: “Hagámonos también nosotros famosos peleando contra los paganos que nos rodean”.
58. Ordenaron entonces a las tropas a su mando que emprendieran la marcha hacia Yamnia;
59. pero Gorgias salió de la ciudad con sus soldados para presentarles batalla.
60. Derrotó a José y Azarías, persiguiéndolos hasta las mismas fronteras de Judá: aquel día cayeron unos dos mil israelitas.
61. Fue este un gran desastre para el pueblo; acaeció por no haber obedecido a Judas y a sus hermanos y por haberse creído capaces de grandes proezas.
62. Y es que no pertenecían a aquel linaje de hombres a quienes se había confiado la salvación de Israel.