46. Cuando Jonatán y el pueblo oyeron esto, ni lo creyeron ni lo aceptaron, sino que, recordando los enormes daños que Demetrio había inferido a Israel y la dura opresión a que los había sometido,
47. se decidieron por Alejandro, que había sido el primero en hacerles propuestas de paz. Por eso fueron siempre sus aliados.
48. El rey Alejandro reunió un numeroso ejército y tomó posiciones frente a Demetrio.
49. Ambos reyes entraron en combate, pero el ejército de Demetrio se puso en fuga perseguido por Alejandro, que se impuso a sus enemigos.
50. Demetrio, que había luchado encarnizadamente hasta la puesta del sol, murió aquel mismo día.
51. Alejandro envió una embajada a Tolomeo, rey de Egipto, con el siguiente mensaje:
52. — De nuevo he regresado a mi reino, donde he ocupado el trono de mis antepasados, me he hecho dueño del poder, he derrotado a Demetrio y he tomado posesión de nuestro país.
53. Después de haber luchado contra él y haberlo vencido junto con su ejército, me he sentado en su trono real.
54. Establezcamos, pues, relaciones de amistad entre nosotros. Dame por esposa a tu hija, y así yo seré tu yerno; y a los dos les haré regalos dignos de ti.
55. Tolomeo le respondió:— ¡Feliz el día en que volviste a la tierra de tus antepasados y te sentaste en el trono real!
56. Ahora mismo voy a hacer lo que me dices en tu carta; pero ven a Tolemaida para que nos entrevistemos, y yo te haré mi yerno conforme a tus deseos.
57. Tolomeo salió de Egipto con su hija Cleopatra* y llegó a Tolemaida el año ciento sesenta y dos.
58. El rey Alejandro salió a su encuentro, y Tolomeo le entregó a su hija Cleopatra. La boda se celebró en Tolemaida con el esplendor propio de los reyes.
59. El rey Alejandro escribió también a Jonatán para que fuera a entrevistarse con él.
60. Fue, pues, Jonatán a Tolemaida con gran pompa, a entrevistarse con ambos reyes. A ellos y a sus amigos les obsequió con plata, oro y muchos regalos, de modo que se ganó su favor.
61. Unos israelitas malvados y renegados se juntaron para acusar a Jonatán; pero el rey no les hizo ningún caso.