6. Sin embargo, también nosotros* disponemos de una sabiduría para los formados en la fe*; una sabiduría que no pertenece a este mundo ni a los poderes perecederos que gobiernan este mundo;
7. una sabiduría divina, misteriosa, escondida, destinada por Dios, desde antes de todos los tiempos, a constituir nuestra gloria.
8. Ninguno entre los poderosos de este mundo ha llegado a conocer tal sabiduría, pues, de haberla conocido, no habrían crucificado al Señor de la gloria.
9. Pero según dice la Escritura: Lo que jamás vio ojo alguno, lo que ningún oído oyó, lo que nadie pudo imaginar que Dios tenía preparado para aquellos que lo aman,