13. Ciertamente en vano he guardado puro mi corazón y lavado mis manos en inocencia;
14. pues he sido azotado todo el día y castigado cada mañana.
15. Si yo hubiera dicho: Así hablaré, he aquí, habría traicionado a la generación de tus hijos.
16. Cuando pensaba, tratando de entender esto, fue difícil para mí,
17. hasta que entré en el santuario de Dios; entonces comprendí el fin de ellos.