10. Los de tu pueblo se establecieron en ella; en tu bondad, oh Dios, proveíste para el pobre.
11. El Señor da la palabra; las mujeres que anuncian las buenas nuevas son gran multitud:
12. Los reyes de los ejércitos huyen; sí huyen, y la que se queda en casa repartirá el botín.
13. Cuando os acostáis en los apriscos, sois como alas de paloma cubiertas de plata, y sus plumas de oro resplandeciente.