39. Los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza
40. y diciendo: Tú que destruyes el templo y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo, si eres el Hijo de Dios, y desciende de la cruz.
41. De igual manera, también los principales sacerdotes, junto con los escribas y los ancianos, burlándose de El, decían:
42. A otros salvó; a sí mismo no puede salvarse. Rey de Israel es; que baje ahora de la cruz, y creeremos en El.