Marcos 4:12-29 La Biblia De Las Americas (LBLA)

12. para que viendovean pero no perciban, y oyendooigan pero no entiendan, no sea que se conviertan y sean perdonados.

13. Y les dijo: ¿No entendéis esta parábola? ¿Cómo, pues, comprenderéis todas las parábolas?

14. El sembrador siembra la palabra.

15. Y éstos que están junto al camino donde se siembra la palabra, son aquellos que en cuanto la oyen, al instante viene Satanás y se lleva la palabra que se ha sembrado en ellos.

16. Y de igual manera, estos en que se sembró la semilla en pedregales son los que al oír la palabra enseguida la reciben con gozo;

17. pero no tienen raíz profunda en sí mismos, sino que sólo son temporales. Entonces, cuando viene la aflicción o la persecución por causa de la palabra, enseguida tropiezan y caen.

18. Otros son aquellos en los que se sembró la semilla entre los espinos; éstos son los que han oído la palabra,

19. pero las preocupaciones del mundo, y el engaño de las riquezas, y los deseos de las demás cosas entran y ahogan la palabra, y se vuelve estéril.

20. Y otros son aquellos en que se sembró la semilla en tierra buena; los cuales oyen la palabra, la aceptan y dan fruto, unos a treinta, otros a sesenta y otros a ciento por uno.

21. Y les decía: ¿Acaso se trae una lámpara para ponerla debajo de un almud o debajo de la cama? ¿No es para ponerla en el candelero?

22. Porque nada hay oculto, si no es para que sea manifestado; ni nada ha estado en secreto, sino para que salga a la luz.

23. Si alguno tiene oídos para oír, que oiga.

24. También les decía: Cuidaos de lo que oís. Con la medida con que midáis, se os medirá, y aun más se os dará.

25. Porque al que tiene, se le dará más, pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.

26. Decía también: El reino de Dios es como un hombre que echa semilla en la tierra,

27. y se acuesta y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece; cómo, él no lo sabe.

28. La tierra produce fruto por sí misma; primero la hoja, luego la espiga, y después el grano maduro en la espiga.

29. Y cuando el fruto lo permite, él enseguida mete la hoz, porque ha llegado el tiempo de la siega.

Marcos 4