1. Y Jesús dijo a sus discípulos: Es inevitable que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel por quien vienen!
2. Mejor le sería si se le colgara una piedra de molino al cuello y fuera arrojado al mar, que hacer tropezar a uno de estos pequeños.
3. ¡Tened cuidado! Si tu hermano peca, repréndelo; y si se arrepiente, perdónalo.