9. El ojo que lo veía, ya no lo ve, y su lugar no lo contempla más.
10. Sus hijos favorecen a los pobres, y sus manos devuelven sus riquezas.
11. Sus huesos están llenos de vigor juvenil, mas con él en el polvo yacen.
12. Aunque el mal sea dulce en su boca, y lo oculte bajo su lengua,
13. aunque lo desee y no lo deje ir, sino que lo retenga en su paladar,
14. con todo la comida en sus entrañas se transforma en veneno de cobras dentro de él.