12. ¡Oh pueblo mío! Sus opresores son muchachos, y mujeres lo dominan. Pueblo mío, los que te guían te hacen desviar y confunden el curso de tus sendas.
13. El Señor se levanta para contender, está en pie para juzgar a los pueblos.
14. El Señor entra en juicio con los ancianos de su pueblo y con sus príncipes: Pues vosotros habéis devorado la viña, el despojo del pobre está en vuestras casas.
15. ¿Qué pensáis al aplastar a mi pueblo y al moler la cara de los pobres? --declara el Señor, Dios de los ejércitos.
16. Además, dijo el Señor: Puesto que las hijas de Sion son orgullosas, andan con el cuello erguido y con ojos seductores, y caminan con paso menudo haciendo tintinear las ajorcas en sus pies,
17. el Señor herirá con tiña el cráneo de las hijas de Sion, y el Señor desnudará sus frentes.
18. Aquel día el Señor les quitará el adorno de las ajorcas, los tocados y las lunetas,
19. los pendientes, los brazaletes y los velos,
20. las redecillas, las cadenillas de los pies, las cintas, las cajitas de perfume y los amuletos,
21. los anillos y aretes de nariz,
22. las ropas de gala, las túnicas, los mantos y las bolsas,
23. los espejos, la ropa interior, los turbantes y los velos.
24. Y sucederá que en vez de perfume aromático habrá podredumbre; en vez de cinturón, cuerda; en vez de peinado artificioso, calvicie; en vez de ropa fina, ceñidor de cilicio; cicatriz en vez de hermosura.