15. Y esto es aún más evidente, si a semejanza de Melquisedec se levanta otro sacerdote,
16. que ha llegado a serlo, no sobre la base de una ley de requisitos físicos, sino según el poder de una vida indestructible.
17. Pues de El se da testimonio: Tu eres sacerdote para siempresegun el orden de Melquisedec.
18. Porque ciertamente, queda anulado el mandamiento anterior por ser débil e inútil
19. (pues la ley nada hizo perfecto), y se introduce una mejor esperanza, mediante la cual nos acercamos a Dios.
20. Y por cuanto no fue sin juramento,