32. ¡Que baje de la cruz ese Mesías, Rey de Israel, para que veamos y creamos!Y hasta los que estaban crucificados con él lo insultaban.
33. Al llegar el mediodía, toda la tierra quedó en oscuridad hasta las tres de la tarde.
34. A esa misma hora, Jesús gritó con fuerza: «Eloí, Eloí, ¿lemá sabactani?» (que significa: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?»)