14. Pilato les dijo:—Pues ¿qué mal ha hecho?Pero ellos volvieron a gritar:—¡Crucifícalo!
15. Entonces Pilato, como quería quedar bien con la gente, dejó libre a Barrabás; y después de mandar que azotaran a Jesús, lo entregó para que lo crucificaran.
16. Los soldados llevaron a Jesús al patio del palacio, llamado pretorio, y reunieron a toda la tropa.
17. Le pusieron una capa de color rojo oscuro, trenzaron una corona de espinas y se la pusieron.
18. Luego comenzaron a gritar:—¡Viva el Rey de los judíos!
19. Y le golpeaban la cabeza con una vara, lo escupían y, doblando la rodilla, le hacían reverencias.
20. Después de burlarse así de él, le quitaron la capa de color rojo oscuro, le pusieron su propia ropa y lo sacaron para crucificarlo.
21. Un hombre de Cirene, llamado Simón, padre de Alejandro y de Rufo, llegaba entonces del campo. Al pasar por allí, lo obligaron a cargar con la cruz de Jesús.
22. Llevaron a Jesús a un sitio llamado Gólgota (que significa: «Lugar de la Calavera»);
23. y le dieron vino mezclado con mirra, pero Jesús no lo aceptó.
24. Entonces lo crucificaron. Y los soldados echaron suertes para repartirse entre sí la ropa de Jesús y ver qué se llevaría cada uno.
25. Eran las nueve de la mañana cuando lo crucificaron.
26. Y pusieron un letrero en el que estaba escrita la causa de su condena: «El Rey de los judíos.»
27. Con él crucificaron también a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda.
29. Los que pasaban lo insultaban, meneando la cabeza y diciendo:—¡Eh, tú, que derribas el templo y en tres días lo vuelves a levantar,
30. sálvate a ti mismo y bájate de la cruz!
31. De la misma manera se burlaban de él los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley. Decían:—Salvó a otros, pero a sí mismo no puede salvarse.
32. ¡Que baje de la cruz ese Mesías, Rey de Israel, para que veamos y creamos!Y hasta los que estaban crucificados con él lo insultaban.
33. Al llegar el mediodía, toda la tierra quedó en oscuridad hasta las tres de la tarde.