32. Se parece a los niños que se sientan a jugar en la plaza y gritan a sus compañeros: “Tocamos la flauta, pero ustedes no bailaron; cantamos canciones tristes, pero ustedes no lloraron.”
33. Porque vino Juan el Bautista, que ni come pan ni bebe vino, y ustedes dicen que tiene un demonio.
34. Luego ha venido el Hijo del hombre, que come y bebe, y ustedes dicen que es glotón y bebedor, amigo de gente de mala fama y de los que cobran impuestos para Roma.
35. Pero la sabiduría de Dios se demuestra por todos sus resultados.»
36. Un fariseo invitó a Jesús a comer, y Jesús fue a su casa. Estaba sentado a la mesa,
37. cuando una mujer de mala vida, que vivía en el mismo pueblo y que supo que Jesús había ido a comer a casa del fariseo, llegó con un frasco de alabastro lleno de perfume.