5. Llenas de miedo, se inclinaron hasta el suelo; pero aquellos hombres les dijeron:—¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que está vivo?
6. No está aquí, sino que ha resucitado. Acuérdense de lo que les dijo cuando todavía estaba en Galilea:
7. que el Hijo del hombre tenía que ser entregado en manos de pecadores, que lo crucificarían y que al tercer día resucitaría.
8. Entonces ellas se acordaron de las palabras de Jesús,
9. y al regresar del sepulcro contaron todo esto a los once apóstoles y a todos los demás.
10. Las que llevaron la noticia a los apóstoles fueron María Magdalena, Juana, María madre de Santiago, y las otras mujeres.
11. Pero a los apóstoles les pareció una locura lo que ellas decían, y no querían creerles.
12. Sin embargo, Pedro se fue corriendo al sepulcro; y cuando miró dentro, no vio más que las sábanas. Entonces volvió a casa, admirado de lo que había sucedido.
13. Aquel mismo día, dos de los discípulos se dirigían a un pueblo llamado Emaús, a unos once kilómetros de Jerusalén.
14. Iban hablando de todo lo que había pasado.
15. Mientras conversaban y discutían, Jesús mismo se acercó y comenzó a caminar con ellos.
16. Pero aunque lo veían, algo les impedía darse cuenta de quién era.
17. Jesús les preguntó:—¿De qué van hablando ustedes por el camino?Se detuvieron tristes,
18. y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, contestó:—¿Eres tú el único que ha estado alojado en Jerusalén y que no sabe lo que ha pasado allí en estos días?
19. Él les preguntó:—¿Qué ha pasado?Le dijeron:—Lo de Jesús de Nazaret, que era un profeta poderoso en hechos y en palabras delante de Dios y de todo el pueblo;
20. y cómo los jefes de los sacerdotes y nuestras autoridades lo entregaron para que lo condenaran a muerte y lo crucificaran.