40. Pero Jesús les contestó:—Les digo que si éstos se callan, las piedras gritarán.
41. Cuando llegó cerca de Jerusalén, al ver la ciudad, Jesús lloró por ella,
42. diciendo: «¡Si en este día tú también entendieras lo que puede darte paz! Pero ahora eso te está escondido y no puedes verlo.
43. Pues van a venir para ti días malos, en que tus enemigos harán un muro a tu alrededor, y te rodearán y atacarán por todos lados,
44. y te destruirán por completo. Matarán a tus habitantes, y no dejarán en ti ni una piedra sobre otra, porque no reconociste el momento en que Dios vino a visitarte.»