34. pues el que ha sido enviado por Dios, habla las palabras de Dios, porque Dios da abundantemente su Espíritu.
35. El Padre ama al Hijo, y le ha dado poder sobre todas las cosas.
36. El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; pero el que no quiere creer en el Hijo, no tendrá esa vida, sino que recibirá el terrible castigo de Dios.