5. Por lo tanto, es preciso someterse a las autoridades, no sólo para evitar el castigo, sino como un deber de conciencia.
6. También por esta razón ustedes pagan impuestos; porque las autoridades están al servicio de Dios, y a eso se dedican.
7. Denle a cada uno lo que le corresponde. Al que deban pagar contribuciones, páguenle las contribuciones; al que deban pagar impuestos, páguenle los impuestos; al que deban respeto, respétenlo; al que deban estimación, estímenlo.
8. No tengan deudas con nadie, aparte de la deuda de amor que tienen unos con otros; pues el que ama a su prójimo ya ha cumplido todo lo que la ley ordena.
9. Los mandamientos dicen: «No cometas adulterio, no mates, no robes, no codicies»; pero éstos y los demás mandamientos quedan comprendidos en estas palabras: «Ama a tu prójimo como a ti mismo.»
10. El que tiene amor no hace mal al prójimo; así que en el amor se cumple perfectamente la ley.
11. En todo esto tengan en cuenta el tiempo en que vivimos, y sepan que ya es hora de despertarnos del sueño. Porque nuestra salvación está más cerca ahora que al principio, cuando creímos en el mensaje.
12. La noche está muy avanzada, y se acerca el día; por eso dejemos de hacer las cosas propias de la oscuridad y revistámonos de luz, como un soldado se reviste de su armadura.
13. Actuemos con decencia, como en pleno día. No andemos en banquetes y borracheras, ni en inmoralidades y vicios, ni en discordias y envidias.
14. Al contrario, revístanse ustedes del Señor Jesucristo, y no busquen satisfacer los malos deseos de la naturaleza humana.