9. Aquella noche el Señor le ordenó a Gedeón: «Levántate y baja a atacar a los madianitas, pues los voy a entregar en tus manos.
10. Pero si tienes miedo de atacarlos, baja antes al campamento con Purá, tu criado,
11. y escucha lo que digan. Después te sentirás con más ánimo para atacarlos.»Entonces Gedeón bajó con Purá, su criado, hasta los puestos avanzados del campamento enemigo.
12. Los madianitas, los amalecitas y la gente del oriente se habían esparcido por el valle como una plaga de langostas. Tenían tantos camellos como arena hay a la orilla del mar.
13. Al acercarse Gedeón al campamento enemigo, oyó que un soldado le contaba a otro un sueño que había tenido. Le decía:—Soñé que un pan de cebada venía rodando hasta nuestro campamento, y que al chocar contra una tienda la hacía caer.