1. El Señor dice:«El cielo es mi tronoy la tierra es el estrado de mis pies.¿Dónde podrán construirme una casa?¿Dónde podrán hacerme un lugar de descanso?
10. «Alégrense con Jerusalén,llénense de gozo con ella todos los que la aman;únanse a su alegríatodos los que han llorado por ella;
11. y ella, como una madre,los alimentará de sus consueloshasta que queden satisfechos.
12. Porque yo, el Señor, digo:Yo haré que la paz venga sobre ellacomo un río,y las riquezas de las nacionescomo un torrente desbordado.Ella los alimentará a ustedes,los llevará en sus brazosy los acariciará sobre sus rodillas.
13. Como una madre consuela a su hijo,así los consolaré yo a ustedes,y encontrarán el consuelo en Jerusalén.»
14. Cuando ustedes vean esto, su corazón se alegrará;su cuerpo se renovará como la hierba.El Señor dará a conocer su poder entre sus siervos,y su ira entre sus enemigos.
15. Porque el Señor llega en medio de fuego,sus carros parecen un torbellino;va a descargar el ardor de su iray las llamas ardientes de su castigo.
16. Sí, el Señor va a hacer el juicio con fuego,va a juzgar a todo el mundo con su espaday hará morir a muchos.
17-18. El Señor afirma:«Los que se consagran y purificanpara el culto pagano en los jardinessiguiendo a uno que va en medio,los que comen carne de cerdo, de ratao de otros animales impuros,serán exterminados de una sola vez,porque yo conozco sus acciones y sus pensamientos.»Entonces vendré yo mismoa reunir a todos los pueblos y naciones,y vendrán y verán mi gloria.