21. pero aunque ya se las habían comido, nadie podría haberse dado cuenta, porque seguían tan flacas como antes.»Me desperté,
22. pero después tuve otro sueño en el que siete espigas de trigo, llenas y hermosas, crecían en un mismo tallo.
23. Detrás de ellas crecían otras siete espigas, secas, delgadas y quemadas por el viento del este.
24. Estas espigas secas se comieron a las siete espigas hermosas. Yo les conté esto a los adivinos, pero ninguno de ellos pudo decirme su significado.»