55. Pero el hermano y la madre de Rebeca le dijeron:—Que se quede la muchacha con nosotros todavía unos diez días, y después podrá irse con usted.
56. Pero el siervo les dijo:—No me detengan más. Dios ha hecho que mi viaje haya salido bien, así que déjenme regresar a la casa de mi amo.
57. Entonces ellos contestaron:—Vamos a llamar a la muchacha, a ver qué dice ella.