4. —Aunque soy un extranjero entre ustedes, véndanme un sepulcro para enterrar a mi esposa.
5. Y los hititas le contestaron:
6. —¡Por favor, señor, escúchenos! Usted es entre nosotros un escogido de Dios. Entierre a su esposa en el mejor de nuestros sepulcros, pues ninguno de nosotros le negará su sepulcro para eso.
7. Entonces Abraham se puso de pie, hizo una reverencia ante los hititas,