31. Abraham siguió insistiendo:—Mi Señor, he sido muy atrevido al hablarte así, pero, ¿qué pasará si encuentras solamente veinte inocentes?Y el Señor respondió:—Por esos veinte, no destruiré la ciudad.
32. Todavía insistió Abraham:—Por favor, mi Señor, no te enojes conmigo, pero voy a hablar tan sólo esta vez y no volveré a molestarte: ¿qué harás, en caso de encontrar únicamente diez?Y el Señor le dijo:—Hasta por esos diez, no destruiré la ciudad.
33. Cuando el Señor terminó de hablar con Abraham, se fue de allí; y Abraham regresó a su tienda de campaña.