10. para que, ante ese nombre concedido a Jesús,doblen todos las rodillasen el cielo, en la tierra y debajo de la tierra,
11. y todos reconozcan que Jesucristo es Señor,para gloria de Dios Padre.
12. Por tanto, mis queridos hermanos, así como ustedes me han obedecido siempre, y no sólo cuando he estado entre ustedes, obedézcanme más ahora que estoy lejos. Hagan efectiva su propia salvación con profunda reverencia;