26. pondré en ustedes un corazón nuevo y un espíritu nuevo. Quitaré de ustedes ese corazón duro como la piedra y les pondré un corazón dócil.
27. Pondré en ustedes mi espíritu, y haré que cumplan mis leyes y decretos;
28. vivirán en el país que di a sus padres, y serán mi pueblo y yo seré su Dios.
29. Los libraré de todo lo que les manche. Haré que el trigo abunde, y no volveré a enviarles hambre.
30. Haré también que los árboles y los campos den más fruto, para que ustedes no vuelvan a pasar vergüenza delante de las otras naciones por causa del hambre.
31. Y cuando se acuerden de su mala conducta y de sus malas acciones, sentirán vergüenza de ustedes mismos por sus pecados y malas acciones.
32. Yo, el Señor, lo afirmo: Sepan, israelitas, que no hago esto porque ustedes lo merezcan; sientan vergüenza y confusión por su conducta.
33. »”Yo, el Señor, digo: Cuando yo los purifique de todos sus pecados, haré que vivan en sus ciudades y que reconstruyan las ruinas.
34. La tierra que había quedado desierta, en vez de quedar desierta será cultivada a la vista de todos los que pasan.