1. Después de esto, Moisés y Aarón fueron a decirle al faraón:—Así ha dicho el Señor, el Dios de Israel: “Deja ir a mi pueblo al desierto, para que haga allí una fiesta en mi honor.”
10. Los capataces y jefes de grupo salieron y fueron a decir a la gente:—El faraón ha dado órdenes de que ya no se les dé paja.
11. Ahora ustedes mismos tendrán que ir a recogerla en donde la encuentren. Pero no por eso se les va a rebajar la cantidad de adobes que tienen fijada.
12. Los israelitas se dispersaron por todo Egipto, en busca de rastrojo, para usarlo como paja.
13-14. Todos los días los capataces del faraón les exigían la misma cantidad de adobes que hacían cuando se les daba paja, y además golpeaban a los jefes de grupo israelitas, y les decían:—¿Cómo es que ni ayer ni hoy completaron ustedes la misma cantidad de adobes que antes hacían?