12. Así que, anda, que yo estaré contigo cuando hables, y te enseñaré lo que debes decir.
13. Moisés insistió:—¡Ay, Señor, por favor, envía a alguna otra persona!
14. Entonces el Señor se enojó con Moisés, y le dijo:—¡Pues ahí está tu hermano Aarón, el levita! Yo sé que él habla muy bien. Además él viene a tu encuentro, y se va a alegrar mucho de verte.